No necesito usar palabras importantes. No lo necesito y no lo voy a hacer. Hoy me encuentro sola en casa, y no solo en casa.
No necesito dar muchas vueltas, ni explicarlo de mil maneras, te lo dije una vez y si me seguís volviendo loca te lo voy a gritar una vez más.
Soy una ilusa, una ilusa, una ilusa. Tendría que haber leído las instrucciones (y las consecuencias) antes de jugar tu juego.
Ahora me atrapaste y no puedo salir de tu burbuja: que te veo y me enamoro, no te veo y me olvido.
Me pregunto ¿será así cada vez que nos encontremos? No lo sé, ni siquiera vos sabes.
Pero ya aprendí a vivir con eso, ¿o te pensabas que después de un año y pico no iba a saber jugar?
(Que mentira, su hubiese aprendido, no te habría hablado más).
Si algo aprendí, fue a conocerme. Ahora sé que no soy una cobarde, que puedo decir lo que siento y lo que pienso, que soy directa y que sé amar de una manera incondicional.
Y la verdad que no estoy segura de muchas cosas, no sé si soy como me describo, no sé si sos como te idealizo, no sé si los que hablan dicen la verdad.
[Pero si hay algo de lo que estoy completamente segura es que estoy perdida e irrevocablemente enamorada de vos]